[:ca]Resumen de las I Jornadas La Maranya[:]
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Después de unos días de descanso de La Maranya y del reinicio del trabajo, queremos compartir imágenes de algunos momentos y un pequeño resumen de lo que ha ido sucediendo en las Jornadas.
En el taller de “La potencialidad de los conflictos en los grupos” segu
imos explorando cómo solemos tratar socialmente los conflictos, el patrón que tenemos a la hora de vivir/actuar en los conflictos, y como en Trabajo de Procesos se entiende un conflicto. Hicimos un proceso de grupo sobre: como el grupo gestiona los conflictos interpersonales que se dan en ese mismo grupo. Finalizamos trabajando los críticos que nos aparecen cuando estamos en un grupo.
En el taller de “Comunidades en movimiento: entre la diversidad y lo común” trabajamos cómo poder conseguir fue una exploración grupal de cómo las técnicas del dragon dreaming y el Teatro del Oprimido pueden utilizarse conjuntamente y así ayudar a los grupos a tomar conciencia de sus propias tendencias y reforzar así cada una de las fases por las que el grupo pasa: sueño, planificación, acción y celebración.
Todas las noches fueron diferentes, en la primera hicimos un ritual de bienvenida a través de la técnica de los 5 ritmos y un círculo de palabra sobre nuestras intenciones de La Maranya. La segunda fue una jam de cuentos y de historias diversas, más la creación de una historia colectiva a partir de la inspiración que nos ofrecían las cartas del Tarot. La tercera realizamos un ritual donde acabamos compartiendo historias de nuestxs antepasadxs. La última noche fue más autogestionada, cada unx compartía su música y estuvimos bailando horas.
El cierre de las jornadas fue muy intenso, acabamos todxs en la piscina natural haciendo un ritual-performance de celebración del proceso y por la tarde, un círculo de palabra donde pudimos recordar nuestros deseos del primer día y empezar a integrar todos los aprendizajes y vivencias de las jornadas.
Han sido unos días maravillosos y muy potentes, donde la convivencia, los talleres, las noches, los rituales, las comidas riquísimas y el potencial de cada una de las que estábamos allí han hecho de La Maranya un inicio de introspección colectiva en torno a los procesos grupales.
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